
Este 16 de diciembre se cumple el quinto aniversario de la histórica declaración de la UNESCO que consagró al chamamé como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. En ese marco, Corrientes se prepara para celebrar no solo un reconocimiento internacional, sino una reafirmación profunda de su identidad cultural, con la 35ª edición de la Fiesta Nacional del Chamamé, que se extenderá durante diez noches, del 16 al 25 de enero, bajo el lema “Refugio de nuestra identidad”.
“Este reconocimiento es mucho más que un título: es la posibilidad de mostrarle al mundo quiénes somos y cómo somos los correntinos”, expresó Lourdes Sánchez, presidenta del Instituto de Cultura de Corrientes, quien encabezará este año su primera Fiesta Nacional desde el cargo. La funcionaria recordó la emoción de aquel anuncio en 2020, en plena pandemia, cuando la noticia se vivió como un abrazo colectivo en medio del aislamiento.
Sánchez destacó el camino recorrido por la provincia en la difusión del género y aseguró que su gestión buscará profundizar esa expansión. “Cuando convocamos a artistas de otros géneros, el respeto por el chamamé es unánime. Ese prestigio lo construimos los correntinos”, afirmó, y subrayó la importancia del trabajo en equipo para potenciar a los artistas locales y proyectar la música litoraleña más allá de las fronteras provinciales.
La edición 2026 de la Fiesta no se limitará al Anfiteatro Mario del Tránsito Cocomarola. La propuesta incluye bailantas, enchamigadas y acciones culturales en distintos puntos de la ciudad y la provincia, con el objetivo de que “el chamamé se viva todo el año y en todos los territorios”. Además de figuras consagradas, participarán artistas emergentes surgidos de las instancias de prefiesta y músicos invitados de otros géneros.
Finalmente, Sánchez vinculó la política cultural con el desarrollo y el arraigo juvenil. “La cultura no es un gasto, es una inversión que genera trabajo y oportunidades. Hoy Corrientes está preparada para que los jóvenes no tengan que irse para vivir del arte”, sostuvo, al proyectar una gestión que haga de la identidad un motor de crecimiento y futuro.