
Corrientes vive por estos días la previa de la séptima asunción de un gobernador electo al hilo, todo un récord para la provincia mas intervenida de Argentina. Ese dato por si solo ya sirve para festejar la democracia. Pero todas las épocas tienen claroscuros, en estos 24 años con proyección a 28, sólo dos apellidos se sentaron y sentarán en el sillón de Pedro Ferre: los Colombi y Valdés. En la Cámara de diputados también hubo solo dos apellidos. Desde 2009 solo dos apellidos ocuparon la vicegobernación y la titularidad del Senado.
Para una provincia que no pudo celebrar 24 años de estabilidad consecutiva desde 1821, cuando se proclamó como tal, a 2001 año en que un frente entre el radicalismo y el peronismo con Ricardo Colombi y Eduardo Galantini despidió a Oscar Aguad el último de 52 interventores federales desde 1878, tanto de gobiernos de facto como democráticos.
De esa forma, el mercedeño más célebre de la provincia ostentó el cargo de gobernador en tres oportunidades, 2001-2005, fue reemplazado por su primo Arturo entre 2005-2009, y con reelección aprobada administró la provincia entre 2009-2013 y hasta 2017.
Fue ese año en que, en su rol de gran elector de la Unión Cívica Radical correntina, su dedo recayó sobre su delfín Gustavo Valdés, quien obtuvo una contundente reelección en 2021 y este año logró imponer a su hermano Juan Pablo; que tendrá el privilegio de pasar desde la intendencia de Ituzaingó al sillón de Pedro Ferré, sin escalas.
Su hermano y antecesor llegó al cargo luego de ser concejal, ministro de Gobierno y diputado nacional, ahora controlará ¿? la administración de su hermano desde una poltrona en el Senado correntino, compartirá recinto con su otrora padrino político hoy volcado a la oposición, perdió la elección a gobernador con Juan Pablo, pero se niega a retirarse bajo la consigna “no van a poder jubilarme”.
En tanto que después de Galantini en 2005 ocupó la vicegobernación Rubén Pruyas con Arturo Colombi y desde 2009 se sentaron esa poltrona sólo Pedro Braillard Poccard y Gustavo Canteros, el primero continuará hasta 2029.
En la presidencia de la Cámara de Diputados la permanencia es regla, desde 2001 a 2009 la lideró la liberal Josefina Meabe de Mathó, desde entonces y hasta la asunción de Juan Pablo Valdés la preside Pedro Cassani.
Lo festejable
Desde 2001 a la fecha Corrientes vive estabilidad política, la principal preocupación de gobernadores e intendentes es tener las cuentas ordenada para que alcance -por lo menos- para cumplir con el cronograma de sueldos en tiempo y forma y antes del último día hábil de cada mes.
Por eso no es de extrañar que, tanto Gustavo como Juan Pablo, cada vez que tienen un micrófono cerca garanticen que la plata para los sueldos y el medio aguinaldo está disponible en las arcas provinciales.
También es para celebrar que los rituales de la democracia se cumplan con pocas repercusiones sociales, en 2009 las luchas palaciegas de los egoísmos de la clase dirigente correntina terminó con dos muertos en el puente y la designación del interventor número 51 en 123 años de su varias veces centenaria historia, sin contar todos los conflictos desde 1814, cuando el Cabildo proclamó la independencia de la provincia y se autodenominó “república aparte”, a 1878, en que fue designado el primero de los delegados de la Presidencia.
Corrientes tiene ese triste récord de ser la provincia más intervenida de la Argentina, aún en tiempos de gobiernos electos por el pueblo.
Junto con Juan Pablo Valdés asumen 15 diputados de 30; 5 senadores de 15; 73 intendentes y un número difícil de calcular de concejales en toda la provincia.
Ya hay varios jefes comunales del interior que asumieron entre el jueves y el domingo, el 10 hará lo propio Juan Pablo Valdés que recibirá los atributos de mando de su hermano y gran elector, porque nadie ignora que el liderazgo lo ejerce Gustavo.
Habrá que ver si este ensayo de poder familiar no tiene tropiezos, porque vale recordar que ya hubo hermanos gobernando la provincia, el primero desde la recuperación de la democracia fue José Antonio “Pocho” Romero Feris, hoy diputado del PARLASUR, que dejó el mando al liberal Ricardo Leconte, en cumplimiento del Pacto conservador que administró la provincia durante el siglo XX.
Después obtuvo la gobernación su hermano Raúl Rolando “Tato” Romero Feris, quien en 1993 asumió luego de las intervenciones de Francisco Durañona y Vedia, Claudia Bello e Ideler Tonelli, por esas desavenencias de la clase dirigente y en 1997 se negó a ceder la posibilidad de elección a sus ex aliados liberales, creo el Partido Nuevo y designó a su delfín Rubén Darío Casco como candidato que murió a pocos días de las elecciones, por eso asumió su vice Pedro Braillard Poccard, destituido en la debacle de 1999.
Como puede apreciar, pese a la relativa normalidad institucional de la provincia en estos últimos cinco lustros, hay costumbres que la política correntina repite, repetir los apellidos familiares que acceden al poder.
